Hace un año, un asesinato sin resolver dejó una profunda huella en la inspectora de Homicidios Dolores Velázquez. Su aparente fracaso profesional y el acoso de la prensa la condujeron a una crisis que la obligó a solicitar la baja del cuerpo. Pero cuando el comisario Torres le comunica que se han cometido dos asesinatos que parecen relacionados con el que ella no pudo resolver, la inspectora se reincorpora a su puesto y se traslada al pueblo de Huesca donde han ocurrido los hechos.