Ante el fenómeno de la diversidad, el intelectual y eurodiputado Sami Naïr aboga por abandonar los viejos tópicos y abrir la mente a nuevas perspectivas. Solo de ese modo seremos capaces de abordar la complejidad que caracteriza el mundo en que nos ha tocado vivir. Naïr analiza la relación de fuerzas imperante y las distintas alternativas de que disponemos para hacer frente a la uniformidad del pensamiento que imponen los países más poderosos (Estados Unidos, Japón, algunos estados europeos). De forma clara y valiéndose de numerosos ejemplos, la tesis de esta obra sostiene que existen dos motores de cambio fundamentales. Un proyecto de modernidad, que atañe a la Europa de los veinticinco y a Rusia, en cuyas manos descansaría la defensa y la consecución de una sociedad más justa, y la gran diversidad que ofrece el mundo islámico, África, América Latina y Asia como potencial fueten de desarrollo y de transformación para el futuro.