Durante más de quince años, Samán Abdul fue el intérprete privado de inglés y francés de Sadam Husein, además de responsable del gabinete de prensa de al presidencia. También trabajó para Udai, el hijo mayor del dictador iraquí. Sus funciones le permitieron asistir a un centenar de encuentros en el palacio presidencial y en el feudo de Tikrit.

Majid ha sido, por lo tato, testigo directo de reuniones oficiales e incluso extraoficiales con numerosos políticos, periodistas y diplomáticos procedentes de París, el Vaticano, el Kremlin e incluso de la Casa Blanca. Continuó al servicio de Sadam hasta la toma de Bagdad por parte de las tropas estadounidenses. Es el primer hombre del régimen que se ha atrevido a hablar sobre el colapso del poder y el desconcierto de los partidarios, abandonados a su propia suerte. Su relato, plagado de revelaciones sobre los entresijos de la dictadura iraquí, ayuda a entender más a fondo la compleja personalidad de Husein.

La reflexión del autor aclara numerosas cuestiones turbias de la dictadura de Sadam, como la existencia de uno o varios dobles del dictador, los vínculos personales de ciertos pueblos occidentales con Bagdad, la financiación iraquí de ciertos líderes del Tercer Mundo, la medición secreta de un enviado de Bill Clinton,ála audiencia a puerta cerrrada con Kofi Annan y la ruptura con Francia.á