La pasión siempre ha sido fundamental para descubrir la verdadera naturaleza de los hombres. En especial, porque fue considerada como delatora al poner de manifiesto la irracionalidad que reduce el nivel moral y la calidad ética.

Por lo anterior, la mayor parte de la historia del pensamiento consideró la pasión y la razón irreconciliables entre sí. Con todo, nunca ha sido posible negar en absoluto cierta racionalidad a la pasión. Y aunque la racionalidad se desgastó en reprimir a las pasiones, también dio la puntilla para manejar los sentimientos y los afectos. Con ello, perdió el rumbo para descubrir los tesoros del profundo mundo pasional. Así, al preguntar sobre su naturaleza, cabe cuestionar: ¿Qué son las pasiones: fuerzas irracionales o razones cifradas que nos ocultan y también nos exhiben?

El presente libro trata de responder a dicha cuestión conectando la epistemología y la ética. Su objetivo consiste en vincular la racionalidad oculta en las pasiones con la carga ética que les dota de impulso incontenible. El camino emprendido por esta «hermenéutica-ética» no sólo establece la mediación simbólica entre ambas realidades; además muestra el verdadero protagonismo pasional en el discurso filosófico y busca convertir la pasión en el espacio de dicho discurso, donde todo páthos termina siendo, mediante la acción creativa, éthos y lógos.