Albert Romolo Broccoli, conocido en el negocio como "Cubby" Broccoli, fue el padre de la mítica saga de James Bond, uno de los negocios cinematográficos más rentables y duraderos (en noviembre estrenan la nueva entrega) de la historia. Los inicios de Broccoli fueron con Irving Allen (padre del millonario cine de catástrofes). Junto a él firmó un trato con Columbia Pictures para producir The trials of Oscar Wilde, su primer gran éxito de taquilla.

De todas maneras, la gran ambición de Broccoli fue siempre llevar al cine las novelas de Ian Fleming. Así, con Harry Saltzman, quien tenía los derechos del personaje de 007, creó EON Productions para hacer Dr. No, el primer film de la saga con Sean Connery en el papel de Bond. Antes de morir, Cubby entrego su imperio a su hijastro Michael G Wilson y a su hija Barbara Broccoli.

Del mundo Bond nos habla un libro que acaba de editar TyB y que seguro hará las delicias de los amantes de la saga, una serie que fue pionera en más cosas de las que muchos creen. Spielberg y Lucas (y su Indiana Jones) le deben mucho, por ejemplo. De hecho, el arranque de la segunda entrega de Indi es puro James Bond.

El merchandising (productos derivados de una película) ha existido siempre en el cine, pero no con la magnitud que Broccoli demostró. En el libro, escrito por Juan Tejero, vemos los pioneros juguetes Bond. Y todo empezó en la navidad de 1964, cuando se estrenó Goldfinger y muchos años antes de Star Wars, el gran fenómeno del merchandising cinematográfico.

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