Desde los relojes blandos hasta la célebre jirafa en llamas, esta obra celebra el fantástico mundo y la extravagante personalidad de Salvador Dalí, uno de los artistas más visionarios y prolíficos del siglo XX. Provocador, excéntrico y de gran destreza técnica, Dalí revolucionó el concepto de creador con su arte de consumo.

Pintor, escultor, escritor, cineasta y un auténtico showman, Salvador Dalí (1904-1989) fue uno de los personajes más exhibicionistas y excéntricos del siglo XX. Pionero en introducir en el arte las ideas del psicoanálisis freudiano, es célebre en particular por sus prácticas surrealistas, con ideas tales como los relojes blandos o el teléfono langosta, que se han convertido en iconos del movimiento surrealista y del arte moderno en general.

Dalí solía describir sus cuadros como "fotografías de sueños pintadas a mano". La representación precisa de elementos estrambóticos y su disposición incongruente crean una incitante tensión e interés. Él mismo explicó que pintaba con "el afán de la precisión más imperialista", pero solo "para sistematizar la confusión y contribuir al descrédito total del mundo de la realidad".