El arte modifica y se aviene a cualquier espacio-territorio cuestionando los límites y los diálogos. Los artistas modifican el proyecto artístico según el nuevo espacio, en el cual experimentan nuevas habilidades, que remodelan los procesos creativos vinculados a la construcción intelectual del corpus del Arte. Esto invita a la participación, originando discursos de bienestar, que derivan en una actividad de utilidad individual y colectiva. Así, lo artístico se torna practico y alcanza a las personas vulnerables, favoreciendo a su evolución personal. Por ello, es necesario apoyar el concepto de mediación e impulsar políticas culturales con la sociedad.