La publicación original de La esquizofrenia incipiente en 1958 fue inmediatamente reconocida como uno de los grandes hitos de la investigación sobre la enfermedad mental más importante y característica del siglo veinte. Apoyándose en una amplia experiencia clínica, Klaus Conrad realizó en este libro un brillante ejercicio teórico orientado a la comprensión psicopatológica del núcleo esencial de un brote esquizofrénico. Los distintos aspectos y fases que supo distinguir en él («trema, apofanía, anastrofé, apocalipsis, consolidación, residuo») se convirtieron en un punto de referencia inexcusable para la psicopatología posterior. A diferencia de las publicaciones de rápida obsolescencia que se consideran características del progreso científico, la obra de Conrad mantiene toda su vigencia a los cuarenta años de su aparición. Ello se debe a que la esquizofrenia sigue siendo enigmática, pero también a que esta obra, prescindiendo de aspectos particulares, parciales o superficiales, supo profundizar con rigor en un análisis global del brote esquizofrénico. Esta traducción -profundamente revisada- de la obra maestra de Conrad, pone al alcance del lector español un clásico de la psicopatología que es a la vez un texto perfectamente actual.