Lo que en su día fue un simple ejercicio de dramaturgia teatral, bajo la coordinación de José Ramón Fernández, se extendió hasta llegar a convertirse en esta recreación bíblica, Las hijas de Lot es la continuación de las únicas ocho líneas que han sobrevivido de la obra inconclusa de Federico García Lorca titulada La destrucción de Sodoma o Las hijas de Lot (el autor dudaba entre ambos títulos) una tragedia que fusiona, de manera apasionada y sublime, el teatro y la poesía.