La historia de Nerón, el emperador pirómano, desde un punto de vista cómico. Parodia de una Roma de gobernantes psicópatas, convulsionada por los envenenamientos, los suicidios -voluntarios o inducidos-, las intrigas, las conspiraciones. Una mezcla de realidad histórica y tonterías inventadas por el autor, para darle comicidad a una obra que solo pretende eso: hacer pasar al espectador un rato de risa inolvidable.