Dostoyevski y Nietzsche ejemplifican, según Walter Schubart, la diferencia entre dos visiones de la vida, la europea y la rusa. Nietzsche se quedó anclado en el nihilismo y la desesperación, en lo negativo, en su intento de romper con los condicionantes de la existencia humana; Dostoyevski, superando el nihilismo y la desesperación, se reencuentra con la dimensión absoluta de la Cristiandad.

Tanto Dostoyevski como Nietzsche advirtieron que Europa estaba en una encrucijada. O se daba un cambio espiritual, o sería conducida a la catástrofe por el camino "prometeico" de la dominación racional del mundo, un cristianismo tibio y un ateísmo de la indiferencia. La obra de Schubart es como un puente entre Europa y Rusia, que aspira a aumentar las escasas probabilidades de dar un giro positivo al al desastre inminente.