áViajar significa cambiar de lugar, de clima, de costumbres...y un viaje es tanto ás enriquecedor cuanto más profundo es el cambio que experimenta el viajero. Un libro de viajes es, con frecuencia, una narración de lugares y de costumbres que se visitan; pero en este sentido puede ser también la crónica de los cambios que sufre el viajero a lo largo delátrayecto, y no solo dependen del lugar visitado sino también de la procedencia y de la sensibilidad de quien viaja.áUna mirada etíope narra un viaje al Tigray, una zona semidesértica del norte de Etiopía en donde según las leyendas gobernó la reina de Saba, hasta donde llegó el arca de la Alianza robada del templo de Jerusalén, cuna de la inmemorial denastía de los emperadores etíopesáy origen de la Iglesia Ortodoxa Etíope, cuyos ritos antiquísimos continuan practicándose en primitivas iglesias excavadas en la roca. De la mano del autor, un médico español que viaja en una expedición organizada por la ONG PROYECTO VISION, recorreremos este remoto paísconociendo a sus gentes y descubriendo su concepción de la vida, fruto de su historia, su cultura y su aislamiento del resto del mundo. Peroademás, experimentaremos con el autor un auténtico shock cultural, como consecuencia de la constatación de que, a poca distancia de la viejaEuropa, existen lugares donde la lucha por la supervivencia, la lucha contra el hambre, la enfermedad y la muerte, constituyen la realidad diariapara muchos hombres y mujeres.