Después de una larguísima guerra civil en Sudán se ha firmado la paz, y la compañía petrolífera que ha estado detrás de la firma del acuerdo ha organizado una expedición que simbolice el fin del horror. Ciento diez personas que representen al conjunto de la sociedad sudanesa surcarán el Nilo hasta llegar al extremo sur del país. La parte más peligrosa del viaje consiste en atravesar una enorme marisma pantanosa llamada el Sudd, donde aún quedan guerrillas cristianas y musulmanas.