Sobre lo que reflexiona el autor en el libro no es tanto sobre la muy conocida tragedia del poder Nacionalsocialista- puesto que a lo largo de la historia otras muchas formas de inhumanidad han prosperado- sino sobre la rendición del mal de organizaciones sociales, religiosas, partidos políticos, la Universidad, la Judicatura, los intelectuale, Y cómo el hundimiento del Imperio de la Ley está latente en el alma de la Democracia de Masas y en el Parlamento de poderes ilimitados.