Cuando Sartre muri?, en abril de 1980, la prensa de todo el mundo le dedic? un homenaje hist?rico. Y tras el entierro, se ten?a la impresi?n de que Francia acababa de despedir a V?ctor Hugo por segunda vez. Luego, su obra se embarc? en una extra?a aventura en la que se alteraron las felicidades y las desgracias, seg?n los pa?ses y las ?pocas. En Francia aparec?an manuscritos inacabados, olvidados o perdidos, que proporcionaban una nueva informaci?n sobre su trayectoria y su obra o revelaban algunos estratos m?s profundos de su escritura. En este ensayo, Annie Cohen-Solal fija sobre ese pensamiento en movimiento una mirada nueva que se nutre de sus viajes a lo largo del mundo y de las lecturas a las que le ha sido dado asistir. M?s que en Francia, los homenajes que proven?an de Europa, de ?frica, de Asia, de Ocean?a, de las dos Am?ricas, coincid?an en un punto: a los ojos de sus intelectuales, el mensaje de Sartre sigue siendo una herramienta de referencia para descifrar esta ?poca.