Amalia Fernández estudia en este libro la presencia de la Inquisición en Madrid. Con el traslado de la corte a la ciudad, se convirtió en un o de las ciudades donde más huellas ha dejado, como demuestra la autor a recorriendo la ciudad y la presencia que tuvo a través de autos de f e, establecimientos o quemaderos. Un ciudad, Madrid, plenamente relaci onada con la Inquisición a través de la Corona, que dio su protección a ambas, como muestra magistralmente el cuadro de Rizzi, que se analiz a en profundidad en el libro. Además, la autora describe con detalle e l funcionamiento de la máquina inquisitorial, como los distintos y var iados tipos de tortura, o desgranando los pasos del proceso, que podía acabar con el acusado quemado en la hoguera. Finalmente, y para poder comprender mejor como vivían los madrileños de la época aquellas jorn adas en las que la Inquisición exhibía su poder, se describen algunos de los autos de fe más importantes.