Un individuo cualquiera se halla caminando dirección a ningún lado,lo que le hace confluir con demás objetos activos o inertes de formapara nada causal y totalmente equívoca y/o aleatoria. Sin embargo,tanto esos entes caminantes como a su vez los estáticos son atacadosimpertinentemente por un hecho que define la visión de todos losestados de la persona: la luz. El individuo como un prisma cualquieraes atravesado por la realidad que la descomposición de colores defineante sus ojos. Una realidad ineludible que en ocasiones situará susvivencias en la parte más oscura del prisma cuando deba hacer unamirada retrospectiva. La vida, esa locura tangente medida por lasestaciones solares, puede llevar a largas noches de insomnio repasandoerrores y cantos de la desesperanza.Raúl Hernéndez, www.nubepoetica.com