La oración es el agua que fecunda nuestras obras. Oremos.«Sólo desde el amor la libertad germina, sólo desde la fevan creciéndole alas.Desde el cimiento mismo del corazón despierto, desde la fuente clarade las verdades últimas.Ver al hombre y al mundo con la mirada limpiay el corazón cercano, desde el solar del alma.Tarea y aventura: entregarme del todo, ofrecer lo que llevo, gozo y misericordia.Aceite derramadopara que el carro ruede sin quejas egoístas, chirriando desajustes.Soñar, amar, servir,y esperar que me llames, tú, Señor, que me miras, tú que sabes mi nombre.»Monseñor Bernardo Velado Graña