El idilio romántico de la joven Adela sirve como excusa para crear una historia de personajes en la que estos son protagonistas sobre la propia acción central. Así, a través de ellos, se tratan temas universales como el amor, la muerte, lo celos o la venganza en el contexto de un pequeño pueblo rural en el que todos sus habitantes están conectados por marañas de hilos pasados, presentes y futuros. El lector recorrerá el Páramo, la Plaza de las Acacias y el casino de Orencio como uno más de los vecinos de este municipio, adentrándose en una narración de apariencia sencilla y de sutil complejidad.