Este libro ofrece un delicado maridaje entre haiku y poesía occidental, siendo el haiku un pórtico del poema que le acompaña.Se acaba el día.Entre arreboles,la chimenea humea.VIEJOS TEJADOSVigila la ciudadla torre erguida sobre los tejadosde unas casas viejas, desnudas.Con el humo que enfila entre las torresescapa nuestro tiempo.Todo se tiñe de ocre: ocre de atardecer,de tierra, y de nostalgiade un tiempo allí vivido y olvidado.Paisaje que la tristeza ha oxidado.Historias no contadas.Paisaje del alma.