José Ignacio Blanco Villazón siempre fue un magnífico poeta y siempre escribió poesía. Escribía cuando estaba enamorado, ilusionado, irritado, desorientado o desesperado. Escribía como quien habla y trasmite en verso lo que sentía. Y además lo hizo desde muy joven. La lectura de sus versos reflejan muy bien todo este estado anímico, de su esperanza de enamorado, de su desesperación y desánimo en la vida y de sus sueños.