Desde niño, Carlos se encuentra más cercano a su padrino, su verdadero mentor, que a su padre, hombre acostumbradoa trabajar para llevar su casa adelante, sin tiempo casi ni para sí mismo. Esa ha sido su formación y entiende que así debe criar a sus hijos. Pero Carlos tiene otras aspiraciones, en ningún momento ha contemplado dedicarse a trabajar en un taller, menos aún en un sector que, está seguro, tiene muy poco futuro. Se produce entonces un encuentro entre generaciones de difícil solución.Se puede concluir que la formación y el trato recibidos por un niño o adolescente puede condicionar en mayor o menor medida, su juventud y madurez. Así, por ejemplo, de un niño rebelde puede derivar una persona firme y justa, o una egoístay arbitraria. La formación es fundamental y es responsabilidad de la escuela, la familia y el resto del entorno.