Esta nueva obra que nos brinda el profesor Aleksander Duguin, no solo resignifica desde sus autores más elevados la geopolítica como una disciplina indispensable para comprender mejor los acontecimientos entre Estados manteniendo siempre la relación interés político-territorio-poder, es decir, la sustancia de la geopolítica, sino que la misma representa una categórica relativización [e incluso refutación] de aquellas conjeturas sobre el advenimiento de un mundo cada más digital y menos territorial; un mundo donde las fronteras entre los Estados serán objeto de estudio en clave pretérita, pues en ese mundo el alto grado de interconectividad e interdependencia demandará mayor proximidad y concurrencia entre los actores.

Este libro del sociólogo y geopolítico ruso nos deja en claro que la geopolítica es una disciplina de ayer, de hoy y de siempre. Y es pertinente decirlo una y otra vez, porque la geopolítica quedó asociada a los múltiples «ismos» del siglo XX; imperialismo, belicismo, militarismo, nacionalismo, darwinismo. bipolarismo, etc. Ello explica que haya existido, cuando no desconocimiento, una perceptible reluctancia en relación con la geopolítica. Siempre desde las asociaciones que evocaba su pasado, se la ha considerado una «disciplina maldita».

(Alberto Hutschenreuter)