La muerte de un amigo, los gritos amargos de un anciano antañofamoso, una fiesta orgiástica, los maltratos domésticos, lasartes adivinatorias, el testamento de un hombre bueno, las relacioneshumanas y una implacable introspección son los ejes desdelos que se hace una revisión de nuestras costumbres que, quizás,dejarán de serlo para siempre.Pero no, no es una novela de desgracias, ni siquiera es triste porqueestá conjugada con un sentido del humor que arranca algunacarcajada en una lectura plena de sonrisas entre varias sendas delágrimas, dolor, audacia y rebelión.En definitiva, es la vida y la sorpresa. Y la muerte, peculiar vida.