Durante nuestra Edad de Oro el matrimonio sometió el cuerpo femenino a una cabeza conyugal que apenas se distanciaba de los dueños de la corona o de la mitra. Dado que las jerarquías proyectaban entonces la misma metáfora, que concebía el gobierno como un cuerpo donde el pater familias era la cabeza de su esposa ?igual que el rey oficiaba como jefe del Estado y el papa lideraba la Iglesia?, las novelle españolas despejaron las contradicciones entre las leyes civiles y eclesiásticas respecto al séptimo sacramento en la intimidad del hogar para sugerir nuevas paradojas dentro de la esfera pública del Imperio y la doctrina sancionada por Trento.Carmen R. Rabell analiza el Teatro popular (Madrid, Viuda de Fernando Correa Montenegro, 1622) de Francisco de Lugo y Dávila (Madrid, c. 1588-1662) a la luz de ambas categorías ético-anatómicas.